20 ago 2011

JMJ Madrid 2011

Estos días Madrid se ha visto invadido, en el buen sentido de la palabra, por una marea de jóvenes de los cinco continentes que obedeciendo al llamamiento de S.S. Benedicto XVI hacen de esta ciudad un lugar de encuentro con Cristo. 
La alegría, el fervor y el colorido que lo inunda todo viene a demostrar que la "juventud del Papa" tiene muy claro que la verdad se encuentra en Jesucristo y en la defensa de unos valores que son los que nos hacen verdaderamente libres.
Frente a la desesperanza que nos ofrece la sociedad actual y el relativismo que todo lo preside, estos jóvenes profundizan en la fe y arraigan en ella una forma de vivir bien distinta al modelo ofrecido para la mayoría. 
Estos encuentros fortalecen las convicciones para seguir por un sendero lleno de trampas y falsas promesas que sólo pueden ser solventadas si hacemos de Cristo nuestra luz y nuestra esperanza.
Junto a los jóvenes un sinfín de voluntarios de todas las edades que han ofrecido su ayuda para que todo pudiera salir según lo previsto. Cada cual  según sus posibilidades pero debo decir que en estos días he sido testigo de actos de generosidad emocionantes que me enorgullecen como católico.
Es muy reconfortante poder comprobar que aquellos valores y principios que rigen tu vida son compartidos, en todo el mundo, por cientos de miles de personas, las presentes aquí y las que los están en espíritu, para poder profundizar en el servicio a los demás a la luz de Jesucristo.
Jesucristo, la verdad y la vida.