25 jun 2016

Día de Reflexión


 Resultado de imagen de bandera europea

Ayer los británicos decidieron abandonar la Unión Europea lo cual ha provocado una profunda división interna en Gran Bretaña y herido de gravedad el proyecto de una Europa unida que, con sus luces y sus sombras, ha dado al continente un periodo de más de sesenta años de prosperidad y progreso. Todo ello de forma totalmente irresponsable e innecesaria.
Mañana España vota, por segunda vez en seis meses, de forma igualmente innecesaria para elegir un gobierno que podía haber sido elegido hace tiempo si los dirigentes de los principales partidos hubieran dejado de excluirse mutuamente de forma irresponsable. La elección de mañana se decide entre la moderación, con sus luces y sus sombras, para seguir viviendo en un país prospero y de progreso o el populismo más vulgar que, como ocurrió a principios del siglo XX, con la elección entre fascismo o comunismo, para salir de la crisis del 29, nos conduzca a donde aquella elección condujo.
La única forma de seguir viviendo en un país moderno y alejado de la miseria es que aquellos partidos que de una forma u otra aglutinan lo que llamamos centro político se dejen de visiones partidistas excluyentes y formen un gobierno capaz de políticas nacionales que permitan abandonar definitivamente esta maldita crisis creada artificialmente por el sistema financiero y con la complicidad de todos.
Las soluciones extremas por muy bien vistas que esten por aquellos que deseen infligir un castigo al sistema solo sirven para, con la excusa de derribar el sistema, acabar también con las libertades individuales. La Historia, con mayúsculas, así nos lo enseña.
Europa es nuestro manto protector. Hacer caso a aquellos que abogan por su abandono nos conduciria al nacionalismo más rancio y excluyente y sería poner en práctica políticas mediocres de corto alcance que nos harían más pobres y vulnerables.
La otra tabla de salvación se encuentra en la educación. Durante años se han seguido políticas educativas alejadas de la excelencia y sin el valor del esfuerzo por bandera. Se prefería un falso igualitarismo que ha provocado la existencia de una sociedad, la actual, carente de espíritu crítico, incapaz de reconocer a sus líderes y que se deja arrastrar con suma facilidad por los cantos de sirena (y eso que la mayoría de la población nada sabe hoy de Ulises) fáciles de seguir pero dificiles de digerir hasta el punto de que te pueden costar la vida.
¿Tan dificil es ponerse de acuerdo en cosas que parecen tan elementales, tan de sentido común?
Hoy es día para reflexionar. Aprovechadlo.