Después del bochornoso espectaculo y de la humillación que todos los españoles hemos sufrido en la constitución de la XIII Legislatura me sentía impelido ha escribir algo en torno a lo ocurrido pero indagando en la prensa he encontrado dos textos que reflejan claramente mi estado de opinión. Son de Victoria Prego y están pùblicados en El Independiente los días 22 y 23 de mayo.
“Que
España es un Estado de Derecho no hay quien lo discuta, salvo aquellos que
quieren acabar con él, que son precisamente los separatistas y la
ultraizquierda. Pero que, además de eso, nuestro país es un Estado
extremadamente garantista se demuestra en espectáculos como el vivido esta
mañana y nos hace preguntarnos si tanta garantías y tanto respeto por los
derechos -fundamentales o no, porque lo visto hoy no forma parte ni de broma de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos- de quienes quieren destruir
España no va a acabar debilitando nuestro sistema democrático, que ha
demostrado muchas veces ya una gran fortaleza pero que a base de permitir una y
otra vez que se roan sus cimientos pueden terminar debilitando
irrecuperablemente el sistema.
Y
aquí entra también la elección del señor Gerardo Pisarello, del equipo de Ada Colau en el
Ayuntamiento de Barcelona, un separatista militante que forma parte de la tropa
de la monja independentista Teresa
Forcades y que se hizo famoso entre otras “hazañas” por impedir
que el concejal popular
Alberto Fernández
colgara en el balcón del Ayuntamiento una bandera española como respuesta a una estelada desplegada por
ERC. Bien, pues este señor ocupa desde hoy la Secretaría Primera de la recién
constituida Mesa del Congreso. Es decir, tiene desde hoy una de las más altas
representaciones institucionales de la Cámara.
Y
está ahí porque ha sido propuesto por Pablo Iglesias y aceptado por Pedro
Sánchez. Su cometido en este puesto, explicado por él mismo, es defender desde los
primeros minutos la causa de los procesados independentistas y hacer
lo posible para que no sean suspendidos de sus funciones, que es lo que
marca la ley, y reivindicar su excarcelamiento y su absolución.
A
eso me refiero cuando hablo del riesgo de permitir, a base de exacerbar el
garantismo, que entren hasta el corazón de nuestras instituciones quienes no
tienen otro objetivo de corroerlas para intentar derribarlas. Y eso es un
insulto a quienes respetamos y defendemos la Constitución y su espíritu de
concordia.”
Victoria Prego,
22/5/19
“Y
no digamos nada del aquelarre que se montó cuando llegó el momento de acatar la
Constitución y la señora Batet se permitió asegurar que la jurisprudencia del
TC daba por buena cualquier fórmula que incluyera el acatamiento. Pero, al
margen de que eso no es cierto, porque el Constitucional dice que eso es así
siempre que no se desvirtúe la declaración de observancia y cumplimiento del
texto de nuestra Carta Magna, lo que algunos de los diputados independentistas
hicieron fue poner por delante la supuesta legitimidad del referendum ilegal del 1 de octubre, a cuyos resultados dijeron someterse, con lo cual se
convierte en papel mojado la última parte del juramento o promesa. Yo creo que
la enunciación de algunos de esos diputados fue directamente inconstitucional y
que debería ser impugnada.
A
ver si tiene el valor de no hacer nada y de seguir actuando en el interés político
de su secretario general y no en el del más estricto cumplimiento de las normas
Con
esas imágenes que deberían avergonzar a cualquier demócrata que no sea un
auténtico insensato, los independentistas presos se han dado un baño de
aparente legitimidad que echa por tierra meses de trabajo de un Tribunal
Supremo empeñado en establecer con arreglo a Derecho las responsabilidades en
que hubieran incurrido los procesados. En una palabra, el Congreso ha
blanqueado a los presuntos autores de muy graves delitos, a unos presuntos
delincuentes. Y ahora que el Alto Tribunal deja en manos del Poder Legislativo
la toma de la única medida posible según la Ley de Enjuiciamiento Criminal y
también según el Reglamento del Congreso, la flamante presidenta de la Cámara se
inventa una estratagema para devolver al Supremo la misión de ejecutarla.
La
Fiscalía, que ya se había olido la jugada, ha pedido al Supremo que suspenda de
manera automática a todos estos señores que han accedido ayer a su condición de
diputados. Lo que intenta la Fiscalía es impedir que los intereses y las
conveniencias electorales de los políticos puedan interferir y alterar la
aplicación de las leyes. Y tiene razón.”
Victoria Prego
23/5/19