Me gustaría que se leyera con atención el artículo correspondiente a esta entrada existente en Wikipedia (dictador romano) y se comparara con la situación actual que viven Grecia e Italia.
Algunos medios de comunicación están poniendo cierto énfasis en que la presencia de estos hombres al frente de sus respectivos gobiernos no es demasiado democrática porque no han pasado por el refrendo de las urnas, pero no me preocupa tanto el momento actual como el futuro que se abre en el caso de fracasar la solución.
Los romanos consideraban que podía ser el anticipo de una monarquía y ¿para nosotros?
Si ningún afán catastrofista, pero sabiendo que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, se hace necesario el recordar que de la profunda crisis económica de principios del XX algunos países tomaron la senda totalitaria como salida.
No creo que estemos dispuestos a ello pero, por si un casual, hay que profundizar en el sentido plenamente democrático de estas soluciones y no poner palos en la rueda de unas políticas que no nos resultan agradables pero que parecen imprescindibles y que cualquiera tendría que poner en práctica. Dado el maniqueísmo cainita de corte izquierdista que domina la política española no nos ha de extrañar la salida ruidosa en la calle para protestar por medidas que uno mismo hubiera puesto en marcha.
Nos esperan tiempos difíciles que no nos gustan y tenemos que estar atentos y vigilantes ante la toma de decisiones para que estas no dejen de ser racionales y escapen al poco control democrático que aún queda.
Atentos sobre todo a las posibles implicaciones desviacionistas de carácter extraño tras las cuales sólo se esconden intereses espureos.
