23 may 2011

Yo estuve allí


El pasado veinte de mayo estuve en la Puerta del Sol de Madrid y esto es lo que vi.
Me pareció entrever tres niveles de participación en el movimiento. 
El nivel de los acampados, los que viven allí de forma permanente y que pertenecen al grupo de los que yo llamo "rastas, perro y flauta". Han montado un autentico campamento con toda su intendencia y la gente solidarizada con ellos les entrega comida para cubrir sus necesidades. Les vi poco interés en la participación política.



A su alrededor se podía sentir un nivel de participación algo más ideologizada con  corrillos asamblearios de carácter espontaneo donde, libremente, cada cual en riguroso turno exponía sus ideas a los demás megáfono en mano. También había corrillos más festivos donde se coreaban consignas y cantos varios. La fiesta de la democracia sin trabas y sin tamices políticos.



El tercer nivel, que era el que abarrotaba el lugar, lo formaban miles de curiosos que, cámara reflex en mano, tomaban cientos de fotografías para cada cual poseer el recuerdo personal del momento histórico vivido.


Todo ello rodeado de carteles y simples papeles que pegados en las paredes y marquesinas dejaban constancia de la solidaridad, el cabreo, la reflexión o la simple necedad de quien lo escribió.





Yo que había seguido con curiosidad, interés e ilusión todo lo acontecido en los días anteriores a través de la prensa y la televisión sentía la necesidad de encontrarme en el mismo sitio de la noticia para comprobar con mis propios ojos los acontecimientos y, sinceramente, volví a casa un tanto decepcionado y convencido que pasadas las elecciones y aún admitiendo el aldabonazo que el Movimiento a supuesto su duración artificiosa será su ruina.




Acompaño estas reflexiones con algunas de las fotografías que tomé en dicho lugar y cuyos derechos me corresponden.

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