2 feb 2012

Dexter

Por pura casualidad, uno de estos domingos en que después de comer haces un barrido por distintos canales de televisión para ver si algo te interesa, fui atrapado por un maratón de los últimos capítulos de la quinta temporada de la serie Dexter. El atrapado es literal porque me mantuve pegado al televisor durante la friolera de cinco horas; nada más alejado de mis costumbres.
Días después, indagando, supe que se iniciaba la sexta temporada y aquí estoy; creo haberme convertido en fan.


Dexter es un asesino que aparentemente lleva una vida de lo más normal, estuvo casado, enviudó, tiene un hijo, una hijastra adolescente y, una vuelta de tuerca más, trabaja en el departamento forense de la policía de Miami junto a su hermana que es inspectora.
Dexter asesina a individuos que se escapan de la justicia ordinaria y actúa como un vengador justiciero pero no en nombre de la sociedad sino en nombre de si  mismo. Y siente placer al hacerlo pero no da la impresión de ser un sádico.
Seguro que los seguidores de la serie desde el principio y que han sido testigos de la evolución del personaje a lo largo de los años pueden no estar de acuerdo con la apreciación de un recién llegado que se pone a juzgar tan sólo después de haber visto el final de una temporada, ya avanzada, y dos capítulos de la siguiente. Tranquilos asumo la crítica y añado que la serie me parece excelente y que pienso seguirla. Pero me permito algunas consideraciones.
Como tengo ya cierta edad y he visto mucho cine y televisión este personaje me ha recordado a aquel creado por Charles Bronson, un actor muy malencarado, que se tomaba la justicia por su mano al comprobar como el sistema judicial era manipulado por jueces y abogados y dejaba en libertad a asesinos y criminales de cuya culpabilidad nadie dudaba y él menos. Los críticos cinematográficos de la época lo tachaban de fascista.
Hoy en día Dexter nos cae simpático y nos sentimos identificados con él hasta tal punto que no nos planteamos ninguna duda moral sobre su comportamiento. En el fondo hace algo que a muchos les gustaría hacer.
Creo que esta serie pone de manifiesto el punto crítico de perversión moral al que hemos llegado en la sociedad y ello sin haber tocado fondo. Fíjense sino en las fotografías promocionales y percibirán lo fácilmente que se produce la identificación con el personaje. Lo fácil y barato que supone ser un asesino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aprecio su critica con la serie. Yo también me considero una fan de la serie Dexter habiendo visto las cuarta temporanda hasta estos ultimos capitulos de la sexta temporada. Refeleja muy bien como queremos ser algunos pensando en lo que podriamos hacer pero no nos atrevemos. Muy buena critica, Eduardo.