12 mar 2012

Control de alcoholemia versus abuso de autoridad

Sábado, 1,15 de la madrugada, kilómetro trece de la A-5, atasco. Informaciones de obras. La circulación de vehículos es lenta, muy lenta, hasta concretarse en un solo carril. Imposible desviarse a Alcorcón por la salida de Tres Aguas. Está prohibido. Imposible desviarse a Alcorcón por la salida del Hospital, kilómetro 14. Está prohibido. Es obligatorio pasar junto al control situado un poco más allá, kilómetro 16 por el lateral. No me detienen, tampoco hubiera pasado nada porque no había bebido, llego a casa alrededor de las dos.
No estoy en contra de los controles de alcoholemia tengo muy claro que no soy libre de conducir con elevadas dosis de alcohol en la sangre. Si estoy en contra de todo aquello que signifique abuso de la autoridad y lo de esa noche fue un abuso.
Si yo hubiera vivido en Alcorcón o hubiese tenido, por alguna urgencia, que presentarme en el Hospital de Alcorcón no hubiera podido hacerlo. Obligatoriamente hubiese tenido que llegar a las inmediaciones de Móstoles y hacer un cambio de sentido para llegar a mi destino.
Es un abuso de autoridad el cerrar una carretera internacional, hay que recordar que la A-5 conduce a Lisboa, para cazar a unos pocos o muchos conductores. La libertad de movimientos y de tránsito fue conculcada en aras me temo de cierto afán recaudatorio.
La discreción es más efectiva que las demostraciones inútiles de fuerza.

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