10 abr 2013

La noche de san Daniel


La noche del 10 de abril de 1865 diversas unidades de la Guardia Civil y del Ejercito disolvieron de forma violenta a un grupo de estudiantes de la Universidad Central de Madrid que protestaban en la Puerta del Sol contra la destitución del Rector Juan Manuel Montalbán. Éste había sido depuesto de su cargo por el Gobierno presidido por el General Narváez al oponerse frontalmente a destituir al Catedrático Emilio Castelar por sus artículos periodísticos en contra de Isabel II.
Castelar defendía la libertad de cátedra, investigación y conciencia que le amparaba para oponerse a las circulares del Ministerio de Fomento que obligaban a no emitir en la aulas ideas Krausistas y opiniones contrarias al Concordato firmado con la Santa Sede en 1851. Igualmente criticaba la venta, para él fraudulenta, de parte del Patrimonio Nacional como propiedad de la Corona.

“Sucedió en aquellos días que la reina doña Isabel cedió al Estado el 75 por 100 de algunos bienes del patrimonio que debían venderse para socorro de la Hacienda pública. En esto iba comprendida una parte del bajo Retiro, entre la Puerta de Alcalá y el Prado. Vieron algunos en esto una martingala en que salía beneficiada la Casa Real; los ministeriales dieron en sus periódicos un descomunal bombo al proceder de la reina, y Emilio Castelar soltó en La Discusión un artículo titulado El Rasgo, que puso de uñas a toda la caterva moderada y palatina. ¡Vaya un escándalo! Ciego y disparado de coraje, el gobierno privó a Castelar de su cátedra de historia en la universidad, ganada por oposición. Rezongó el claustro, chillaron con furiosa algarabía los estudiantes.” Benito Pérez Galdos.

Lo ocurrido en la Puerta del Sol supuso la muerte de catorce personas y doscientos heridos, siendo totalmente desproporcionado tanto más cuando los estudiantes protestaban de forma pacífica con una inocente serenata.

"En aquel momento se agitó la fuerza de caballería en la Puerta del Sol y los grupos se reunieron, avanzando hacia ella. Hubo confusión, se voceó y se silbó. Los caballos, lanzados al galope, dispersaron a los agrupados. Los unos se dirigieron a la calle de la Aduana, y sus alaridos nos probaron que habían sido atropellados o heridos por los cuatro o cinco guardias de a caballo que se lanzaron sobre ellos. Los otros siguieron corriendo calle arriba, pero corrían más los caballos, y los unos caían y los otros se refugiaban en las puertas. El tropel de hombres y caballos, la confusión de unos y otros, los gritos de espanto, los ayes lastimeros, las voces quejumbrosas, los lamentos de los caídos o los atropellados, nos habían hasta entonces impedido ver lo más horrible.

Detrás de la caballería, con bayoneta calada y ademán hostil, corrían precipitadamente otros guardias de a pie. Los caballos habían pasado por delante del Ateneo. Los grupos se habían dispersado, y vimos con horror y claramente que a la puerta de una relojería un hombre indefenso caía como un cadáver; que contra el armario cerrado del puesto de libros de San Luis tres guardias clavaban las bayonetas contra un pecho inerme, y bayonetas y pechos contra el armario; que un chicuelo recibía un puntapié y tras el puntapié, un tiro.” Eugenio María Hostos.

El enfrentamiento posterior dentro del mismo Gobierno, a favor y en contra de las medidas de represión tomadas, supuso la destitución de Narváez y el principio del fin del reinado de Isabel II.
Una curiosidad, ese mismo día fue asesinado en Washington el Presidente Abraham Lincoln.

No hay comentarios: