7 abr 2013

Westerplatte (septiembre 1939)

El primer día de septiembre de 1939 las tropas alemanas invadieron Polonia.


La península de Westerplatte, situada en la bahía de Danzig, iba a convertirse en un enclave estratégico por cuyo control lucharían polacos y alemanes en la que es considerada la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial.

Los polacos disponían allí de un pequeño arsenal fortificado defendido por dos centenares de hombres dispuestos a aguantar,  en estas primeras horas de la invasión,  hasta la llegada de refuerzos. Los alemanes, por su parte, decidieron que el ataque más efectivo sobre el enclave sería por mar y enviaron a cumplir la misión al acorazado SMS Schleswig-Holstein, apoyado desde tierra por un millar de soldados de las SS.
El ataque combinado de ambos pareció, en un primer momento, dar un inmediato resultado pero los polacos plantearon una defensa encarnizada que ocasionó numerosas bajas al enemigo y le obligó a retirarse. El ataque había sido un absoluto fracaso.
En los días posteriores los alemanes contemplaban atónitos como escasamente doscientos hombres eran capaces de detener el avance de la poderosa maquinaria de guerra alemana. Así que se decidió el envío de la Luftwaffe con la idea de devastar la posición y reducir la resistencia. Los continuos ataques por tierra, mar y aire y la falta de víveres debilitó la defensa pero se siguió resistiendo unos días más hasta que resultó imposible y se produjo la rendición.
El heroísmo de doscientos soldados polacos logró detener durante una semana al poderoso ejército alemán pero no impidió que Alemania terminara invadiendo Polonia.


No hay comentarios: